jueves, 30 de septiembre de 2010

Más másters te da la vida

Día 30 de septiembre. Se acabó, ahora sí, para todos. O casi: Enhorabuena Martín, enhorabuena Moncho. 
¿Y por qué no? Enhorabuena a todos, porque en este máster, sin duda alguna, nos hemos hecho mejores periodistas. Gracias Alfonso, gracias LP, gracias profes y, sobre todo, gracias compañeros masterópodos por haberme enseñado tanto.


Escribo desde algún lugar perdido de Irlanda y doy por cerrada esta etapa. Pero no cierro las amistades que aquí hemos hecho... Seguimos en contacto... Mucha suerte a todos. Os la merecéis. No olvidéis lo que hemos aprendido. No nos vendamos. 

Cierro este blog que, en 98 entradas, tanto me ha gustado escribir y que tan evasivo me ha resultado. Si alguno quiere seguir leyéndome, puede hacerlo en:

(Más profesional... Para quien quiera contratarme) 

(Más personal... Aquí aprendí a vagabundear -entre el cielo y el mar- y aquí seguiré relatando mis aventuras irlandesas a lo Mary Poppins....)

Dejo, para terminar, un trozito de la primera entrada que publiqué en este blog, unas palabras de Sándor Márai. Algunas cosas no han cambiado tanto. Hasta siempre compañeros, hasta siempre amigos. 

El periodismo me atraía, pero creo que no habría sido útil en ninguna redacción. Imaginaba que el periodismo consistía en andar por el mundo y observar ciertas cosas, todas irrelevantes, caóticas y sin sentido alguno, como las noticias, como la vida misma... 

sábado, 25 de septiembre de 2010

Y esto se acaba

Esto se acaba y yo, que tanto lo deseé, aún no me lo creo. 

Así empecé esta entrada de blog hace unas cuántas horas... Y ahí me quedé porque la tarde se hizo intensa... Demasiados asuntos que cerrar cuando una etapa se acaba.

Son poco más de las doce de la noche, y acabo de cerrar el Hermes y dar por concluido mi trabajo. Ha sido una tarde de despedidas, aunque, curiosamente, no me haya despedido de la persona con la que más he convivido... Será que así, pequeña Cris, las puertas quedan más abiertas para el rencuentro... (Por cierto, que LP tampoco me ha dicho adiós y mira que sé que me quiere) 

Y es que he de reconocer que me da un poco de terror apagar el ordenador, fichar y salir de aquí. Y mira que he deseado que llegara este momento...

He aprendido mucho aquí, de eso no hay duda; y he vivido historias que son las que, día a día, me hacen ser quien soy. "¡Aprovecha la vida!", me decía Fede hace un rato cuando se iba.

En los últimos cinco meses he odiado la forma de trabajar de este diario, pero reconozco que han sido en esos momentos (en los que pensaba que todo se derrumbaba) en los que, al final, siempre ha aparecido alguien para rescatarme, para acogerme en el “Madrid 360”, para mandarme a hacer un reportaje interesante, para decirme las cosas claras, para llevarme de cañas o para darme un beso y un abrazo.

En la sección ha habido cosas muy buenas: la posibilidad de codearme con gente a las que admiro y de hacer, desde primera línea, reportajes de los que me siento orgullosa. Y si lo que menos he soportado han sido algunos comportamientos, a algunas personas... también es cierto que lo que me ha salvado han sido las "otras" personas: las que saben sonreír, con las que compartí el rango de becaria o las de la mesas de los "desterrados".

Aunque si las prácticas han sido duras, lo más absorbente fueron las clases. Y es que... Ay!!, ésta, nuestra particular mili, qué intensísima ha sido. Pero por algo somos el máster que logramos llevarnos bien. Tejimos una red de hilos que hacen que hayamos establecido relaciones muy especiales, y muy diferentes, entre cada uno de nosotros. Y hasta los que al principio pensé que jamás encajaríamos, ahora se llevan un trozo de mí.
Cris y Fer (qué deciros!!), o la dulce Virginia o la loca de Andrea... María Candela (que sé lo mucho que disfrutará en Roma), Taty (compartiremos profesión, Ay!), Martín, tan coherente, y Moncho, siempre sorprende. Las Anas, tan diferentes; Mellado, con la que tanto choqué y que al final acabé entendiéndola, y Fernández, con la que siempre me entendí muy bien. Ay, Nacho, lo que nos hemos reído. Sin olvidar a Pikatoust, Dani y Juanjo, que fueron las primeras ausencias. Cuánto os echaré de menos, masterópodos, a vosotros, a los que sabéis qué es dar clases sin ventanas... un zulo en el que solo nos quedaba la imaginación para soñar el mundo que esperaba fuera.

Estamos llenos de toda esa pasión de la que anoche nos hablaban Cruz y Bárbara. La pasión nos une, por eso tendremos a la suerte de nuestro lado... La energía nos rebosa, y solo tenemos que aprender a canalizarla, a no perder la cabeza... 

No puedo dejar de sentir un poco de vértigo ante la salida, de miedo a que todo se evapore... De sentirme un poco huérfana y desprotegida sin papa Alfonso...  Pero chicos, sé, que aunque el mundo es grande, volveremos a encontrarnos.
Después de tantas palabras escritas, no sé ya cuáles utilizar para describir esta experiencia... Sólo sé que el metro va a cerrar cómo no me vaya pronto... y que ya, inexcusablemente, ha llegado el momento de usar las alas... y volar. 

domingo, 19 de septiembre de 2010

Y no es una contradicción

A medida que aumenta mi amor por el periodismo, aumenta también mi odio por los periódicos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El lector de periódicos del metro


En las clases de Historia del Periodismo, nos hablaban de un tiempo en el que leer The New York Times era una seña de identidad . "No se sabía muy bien si el lector era un hombre de prestigio porque leía ese periódico o si leía ese periódico porque quería ser un hombre de prestigio", nos explicaban.

Pensaba en esto mientras viajaba en metro. Cerca, a un par de asientos en mi mismo vagón de metro, un hombre leía La Razón. La escena dejaba claro que a él, esos veinte minutos diarios que dicen las estadísticas son los que dedica el lector medio a leer un periódico, se le quedaban cortos. Con precisión y detenimiento, como el que está haciendo un análisis profundo y minucioso de lo que lee, iba pasando las páginas. Firme, pero contenido. Enfocaba de un modo aún más incisivo las páginas de opinión y tan solo parecía salir de su fijación cuando, como quien no es dueño de sus propios movimientos, regresaba a la portada y la analizaba como si fuera la primera vez que la percibía.

Vestía un traje de chaqueta. En sus manos, pero sin juguetear con él, un móvil rojo. A sus pies, un maletín que le daba aires de profesor universitario. Una bandera de España por pulsera dejaba signos inequívocos de que, de igual modo, podría encajar como lector de ABC.
Cuando el metro que compartíamos nos acercó a Ciudad Universitaria, el hombre detuvo su lectura. Con una pulcritud y un orden casi maniático, cerró el diario y lo guardó. Pensé que quizás su maletín lo hubiese delatado y fuese, efectivamente, un profesor universitario.
Pero las puertas del metro se abrieron y no bajó. Yo sí descendí, y lo contemplé perderse en su vagón. Absorto, dubitativo. Quizás, pensando en ese trabajo al que estuviese dirigiéndose y que yo no alcancé a descifrar. Una profesión que encajase, tal vez, con su condición de lector de La Razón. 

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Atrevido? No, no es eso...

Un compañero, ex profe del máster, me dejó caer ayer que mi blog, que este blog, era demasiado atrevido. “Anda que criticar la sección de cultura estando en cultutra”, me regañó.
Quizá porque mi posible temeridad puedo justificarla con un apasionamiento racionalizado, o, simplemente, porque siento que no tengo nada que perder, escribo aquí con una sinceridad o una inconsciencia que están muy lejos de ser atrevimiento, aunque otros puedan verlas como tal.
Esta mañana, en una entrevista grupal, una periodista me confesaba que fue lectora ferviente de este periódico y que, en los últimos tiempos, sentía que su calidad había descendido vertiginosamente. Son esas confesiones que se producen para llenar los tiempos de espera y en las que se olvidan, por un momento, que somos competencia, periodistas de diferentes medios enfrentados.
No me importa (o al menos no ahora) estar dentro de un medio para creer en la autocrítica. Y para saber que es algo que aquí brilla por su ausencia. El control de calidad en este diario es mínimo. Eso es lo que pienso, y lo que lamento, teniendo en cuenta que un importante punto de mi carta de presentación será tener un máster en este diario.
Mi visión, siempre personal y subjetiva, es que a ABC lo amparan y protegen los años y la marca. Pero ampararse en la historia es peligroso porque, de repente, un día, puede darse de bruces con la realidad. Lo protegen los suplementos, como el ABCD, hechos con mucha más entrega y vocación que las páginas diarias. Con mucha más profesionalidad. Lo empuja la web, que cuando funciona (que no es siempre), funciona muy bien, y se hace muy presente en las redes sociales, cercana y útil. Lo avalan buenos periodistas que dieron, y dan, su vida por ABC, aunque nadie parezca percatarse de ellos.
Pero lo matan muchas otras cosas, empezando por la falta de autocritica y de exigencia. Por haber olvidado que la calidad y el verdadero periodismo no es fruto de una herencia, sino que hay que currárselo cada día.

Es cierto que puede parecer suicida criticar el lugar en el que estás. Pero me parece justo, aunque sea porque puse mucho empeño en que me asignaran la sección de Cultura y me defraudó enormemente. He aprendido, día tras día, durante casi cinco meses, que esta sección tiene muchas lagunas, a pesar, y eso es lo más injusto, de tener en ella muy buenos periodistas. Y entre todas esas faltas, quizás, la que más me desestabilizó fue la falta de criterio que a mi parecer existe.
Es lo que queda tras entender que la cultura -lejos de ser todo aquello que una chica con la cabeza llena de pájaros pensó que era-, es solo una manipulación de poderes y un escaparate de intereses y compromisos.
Que una sección como nacional manipule o confunda no me hubiese extrañado. Sería casi lógico. Que lo haga cultura, que los temas se asignen por intereses ajenos, valga la redundancia, al interés cultural, me parece decepcionante.

Quizá es solo porque cuando pienso en CULTURA, lo pienso en mayúsculas, y me vienen a la cabeza las lecturas con personajes que se salen del papel, las lágrimas que se derraman cuando sobre un escenario se palpa la vida, la música que realmente ahuyenta las penas, la crítica, lo social, el dejar hablar, el saber escuchar, la palabra, las ganas de, aunque suene a tópico, cambiar un poco el mundo... y porque, en este tiempo, en esta sección, he visto muy poco de todo eso.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Dulce septiembre

Cuando todo parecía irremediablemente condenado al fracaso, y la fuerza, pensaba, tan sólo emanaba de un necesitado alejamiento; de repente, un beso. 
Unas frases intercambiadas, un final de verano, una vuelta a la calma.  
Si los últimos dos meses me parecieron una carrera de obstáculos infinitos e insalvables, septiembre ha llegado con la dosis de consejos que necesitaba, con el modo preciso de recuperar las ganas, la pasión. 
Entre entrevistas y eventos, meterme de lleno en un reportaje cuyo tema me apasiona y dejarme emanar, lograr absorber, ilusionarme, confiar, despertar... Vaciarme de todo y llenarme de todo. 


martes, 7 de septiembre de 2010

Expósito a La 10 y Rubido a ABC


Ya olía... Aunque no se sabía (o nosotras no sabíamos) en qué DIRECCIÓN. 
A Ángel Expósito le ha llamado el pintor. A partir del martes, su retrato estará colgado en la Biblioteca, junto a otros... ahora inombrables.

Otro patrón, y no de la Armada, guiará el barco. Bieito Rubido asumirá el timón y Expósito se incorporará al programa "La lupa de la actualidad", en La 10. ¿Con algún que otro marinero reclutado?    

Dicen que el periodismo es como un tobogán en el que uno no puede olvidarse nunca de saludar a quien se encuentra cuando sube porque volverá a verse con ellos en la bajada. Expósito saludaba a todo el mundo, desde al coronel hasta al soldado raso, ¿lo hará Rubido? 
¿Traerá el cambio tiempos mejores? ¿Nosotras los veremos...?

No sabemos qué nos deparará el futuro, pero sí que hoy hemos vivido un momento histórico. ¿Nos dará tiempo a vivir otro?


Más información aquí

(Escrito "a pachas" con Cris Durle)

lunes, 23 de agosto de 2010

Sorpresas matinales


No estaba preparada para la sorpresa diurna. Se acabó el verano, volvemos a salir pasando las once de la noche. Aunque otras cosas, eso sí, sean buenas. Ya nos lo decían B. y C. en las clases: "Pero qué manía. No pidáis cultura, que os vais a arrepentir, que es la sección con más mal ambiente de todas". "Pedid nacional", decía una. "Pedid la web", apuntaba la otra. Y en qué hora no les hicimos caso. O en qué hora, una no estuvo más espabilada y huyó a tiempo a alguna redacción autonómica. Madrid y periodismo son una combinación nefasta. Mira que ya lo supe hace un par de veranos, cuando vivía ahogada en el periodismo económico; pero nada, una no aprende. 
Ayer estuve ordenando los papeles del máster, un montón de apuntes y una buena cantidad de prácticas con sus correspondientes correcciones grapadas. Una enorme cantidad de escritos que avalan que hemos currado y que ahora escribimos mucho mejor. 
En fin, que el verano se acaba, y las prácticas, pronto, también; con suerte, antes de lo estipulado. Ya me imagino despertándome y pensando: "Hoy no tengo que ir a ABC. Y mañana, tampoco". Por soñar que no quede.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Sensibilidad, aguante y compañerismo

Hoy he aprendido que esta profesión tiene también mucho de sensibilidad, de aguante y, a pesar de todo, de compañerismo.

Volviendo a lo de si recomendar o no el máster, una situación: 
Hace unos días, y con la idea de publicarlo, una compañera y yo regresamos a un texto que escribimos hace unos meses. Al leerlo nos dimos cuenta de que un texto que no hace ni un año nos parecía bastante bueno, ahora nos resultaba demasiado mejorable, ideal para cortar y reeditar. Ésta es la mejor prueba de lo mucho que nos ha servido el máster y de que, en consecuencia, sí lo recomendaría. 

No recomendaría, sin embargo, elegir mi sección. Ese fue mi mayor error de este máster. Algunas personas ya nos habían avisado de que el mal ambiente reinante entre los integrantes condicionaba el trabajo. Siempre, sin embargo, cuando competíamos por la sección deseada, pensamos que aunque hubiese ese mal rollo, a nosotros no nos influiría. Hasta que vivimos la malicia en directo.
Hoy he sido testigo de las palabras de  compañeros que llevan más de dos décadas trabajando en este medio. Aseguraban que se plantearon dejarlo, simplemente, porque no podían más. Que ya no eran capaces de aguantar, no con el trabajo sino con algunas actitudes. Escuchar esas palabras y ese tono me resultó muy triste.

Hace unos días nos decía otra de esas personas que, al fin y al cabo, esto pasa en todos los medios. Pero los rostros que he visto hoy en esas personas, de resignación, de desilusión y de aguante, me han dado mucho que pesar. No sé cómo han podido soportarlo. Y quiero creer que no está ya toda la profesión contagiada de ese virus, que a los "buenos" los deja resignados y a los "malos" directamente imbéciles.

lunes, 9 de agosto de 2010

Yo, que soy contrario a los toros

Por el escritor y periodista Francisco González Ledesma - 05/03/2010

La memoria del llanto 

Perdonen si empiezo con una confidencia personal: yo, que soy contrario a los toros, entiendo de toros. Durante años, cuando me recogieron en Zaragoza durante la posguerra, traté casi diariamente con don Celestino Martín, que era el empresario de la plaza. Eso me permitió conocer a los grandes de la época: Jaime Noain, El Estudiante, Rafaelillo, Nicanor Villalta. Me permitió conocer también, a mi pesar, el mundo del toro: las palizas con sacos de arena al animal prisionero para quebrantarlo, los largos ayunos sustituidos poco antes de la fiesta por una comida excesiva para que el toro se sintiera cansado, la técnica de hacerle dar con la capa varias vueltas al ruedo para agotarlo... Si algún lector va a la plaza, le ruego observe el agotamiento del animal y cómo respira. Y eso antes de empezar. 


Vi las puyas, las tuve en la mano, las sentí. El que pague por ver cómo a un ser vivo y noble le clavan eso debería pedir perdón a su conciencia y pedir perdón a Dios. ¿Quién es capaz de decir que eso no destroza? ¿Quién es capaz de decir que eso no causa dolor? Pero, claro, el torero, es decir, el artista necesita protegerse. La pica le rompe al toro los músculos del cuello, y a partir de entonces el animal no puede girar la cabeza y sólo logra embestir de frente. Así el famoso sabe por dónde van a pasar los cuernos y arrimarse después como un héroe, manchándose con la sangre del lomo del animal a mayor gloria de su valentía y su arte. 

Me di cuenta, en mi ingenuidad de muchacho (los ingenuos ven la verdad), de que el toro era el único inocente que había en la plaza, que sólo buscaba una salida al ruedo del suplicio, tanto que a veces, en su desesperación, se lanzaba al tendido. Lo vi sufrir estocadas y estocadas, porque casi nunca se le mata a la primera, y ha quedado en mi memoria un pobre toro gimiendo en el centro de la plaza, con el estoque a medio clavar, pidiendo una piedad inútil. ¡El animal estaba pidiendo piedad...! Eso ha quedado en la memoria secreta que todos tenemos, mi memoria del llanto. 

Y en esa memoria del llanto está el horror de las banderillas negras. A un pobre animal manso le clavaron esas varas con explosivos que le hacían saltar a pedazos la carne. Y la gente pagaba por verlo. 

El que acude a la plaza debería hacer uso de ese sentido de la igualdad que todos tenemos y darse cuenta de que va a ver un juego de muerte y tortura con un solo perdedor: el animal. El peligro del toreo, además de inmoral como espectáculo, es efectista, y si no lo fuera, si encima pagáramos para ver morir a un hombre, faltarían manos y leyes para prohibir la fiesta. 

Gente docta me dice: te equivocas. Esto es una tradición. Cierto. Pero gente docta me recuerda: teníamos la tradición de quemar vivos a los herejes en la plaza pública, la de ejecutar a garrote ante toda una ciudad, la de la esclavitud, la de la educación a palos. Todas esas tradiciones las hemos ido eliminando a base de leyes, cultura y valores humanos. ¿No habrá una ley para prohibir esa última tortura, por la cual además pagamos? 

Perdonen a este viejo periodista que aún sabe mirar a los ojos de un animal y no ha perdido la memoria del llanto. 

martes, 3 de agosto de 2010

Desaprender lo aprendido


Siempre quedará escribir -como terapia, como arma, como entendimiento o ante la desesperación (eterna, o de un sólo día). Cuando los sueños no sabes exactamente cuáles son y la gente es sólo gente -sin nombre ni apellidos-, escribir, al menos (y al más), siempre queda.

Estos días, los compañeros nuevos (los becarios de verano) preguntan qué tal es el máster, te hacen la difícil pregunta de si les aconsejas o no hacerlo. ¿Y qué les dices? ¿Que aquí se aprende mucho? ¿Que esto es un infierno? 
No recomendaría un sitio donde hasta lo que creías más certero -tu vocación- te la arrebatan. Aunque alguien dijo que no se puede ser conservador cuando no tienes nada que conservar... 
Pero tampoco puedes malograr un lugar donde has aprendido que ser periodista no tenía nada que ver con lo que creías que era. 
Si pensabas que escribías bien, que tenías madera de reportero, que sabías redactar... los e-mails del director y las notas y  críticas te harán darte cuenta de lo neófito que estabas. Y que conste que esa no es la parte mala, al contrario. Después, cuando malvives en la redacción, piensas que ojalá aquí alguien usará un boli rojo y llenara tus textos de correcciones, en lugar de mirarte como a una máquina de producir caracteres, en la que la calidad ya no importa nada. En el máster aprendes; en la redacción, te incitan a desaprender lo aprendido.

Entre los placeres del máster, o al menos a mí eso me dio, está el de abrirme (y mucho) la mentalidad multimedia: me despertó el gusanillo de la edición de vídeos, recuperó el de la fotografía y me enganchó a lo interactivo. Ahí me sabía nula y fui, paso a paso, aprendiendo y disfrutando.
Hay clases, también, que merecieron la pena. Eso suelo decirle a los nuevos, a los que dudan si hacer o no hacer. Quizás sólo por escuchar hablar, de tú a tú, a algunos GRANDES, ya merece la pena. O sólo por tener de guía (terrenal y espiritual) a un Dios discreto, pero Dios al fin y al cabo, del que, al menos yo, he aprendido mucho más de lo que pensaba haber aprendido, también la merece. 

Sin embargo, sigo sin saber si recomendar o no, si decir si ha o no merecido la pena. Quizás la hubiese merecido mucho más si jamás hubiese bajado al infierno de la vida real. 
Cuando me haga mayor (más mayor), no sé si me dedicaré o no al periodismo, pero sólo espero no haberme convertido en una infeliz y amargada periodista llena de arrogancia y malicia. Prefería empeñar cualquier otra profesión, pero que me permitiese no sentirme avergonzada de mí misma, de haber vendido a la comunicación mis ideales y mi coherencia.
Mirar cada día a muchos de mis compañeros, trabajar “codo con codo” en un ambiente que está muy lejos de ser distendido me hace vomitar de la profesión que un día soñé y que este curso ha terminado convirtiéndose en una pesadilla.
Hay dos o tres (o algunos más quizás), que miro, que observo, y que me pregunto cómo, habiendo aguantado aquí 20 años, siguen siendo capaces de sonreír, de bromear, de animar. Los admiro. Me encantaría tener su talante.

Quizás era cierto que no merece la pena esta profesión. Así que, la verdad, no sé si decirle a los nuevos que merece la pena hacer este máster o decirles que mejor huyan. No sé qué hubiese preferido que me dijesen a mí, aunque sé que no hubiese hecho caso fuese cual fuese la recomendación. Soñé esta profesión, pero no pienso olvidar lo que dijo Mikel, y antes que periodista, seré, siempre, persona. 

miércoles, 28 de julio de 2010

De Tanzania a Haití

Tanzania. Principio de los años ochenta. Toca cruzar los apenas cinco metros que separan el improvisado ambulatorio de la casa cabaña. Pero es imposible. Un león merodea el camino. Anochece. Sus ojos rojos llenan la oscuridad. Tocará dormir en una silla refugiados en la iglesia vecina.
Huelva. Primavera del 2010. Manjavacas observa una fotografía en la que aparece él mismo en aquellos años. En la imagen, sujeta en brazos a una niña negra muy pequeña. Él lleva la bata blanca que indica que es enfermero. El bigote y la espesa barba negra dejan al descubierto el ineludible paso del tiempo. Mira la foto con orgullo, pero también con añoranza. Hubo momentos duros, pero la experiencia de vivir tres años en Tanzania marcó su vida.
Toma en sus manos otra foto. Es una toma muy similar. Pero su barba ya es blanca. Es una imagen captada hace apenas unos meses, en Haití, su última salida. El chaleco amarillo refleja que es uno de los sanitarios del plan de emergencias en catástrofes. También esta vez tiene en sus brazos a una niña negra.

Se le achinan los ojos al ver las dos fotos comparadas. La imagen le despierta y empieza a relatar su vida. A expresarse en ese tono en el que da lo mismo que haya o no receptores que lo escuchen porque sus recuerdos afloran solos, autosuficientes. “En el espíritu, entre ambas fotos –dice–, no hay ningún cambio”.
No lleva puesta la bata, blanca o verde, que indica que es enfermero del servicio de Urgencias en el Hospital Infanta Elena de Huelva. Juan Antonio Manjavacas García tiene 55 años, es natural de Manzanares (Ciudad Real) y, ejerciendo de manchego, recuerda una frase del Quijote con la que le gusta sentirse identificado: “Más vale la sana locura que la necia cordura”.
No siempre quiso ser enfermero, incluso hubo un tiempo en que pensaba en ser cura. Lo que siempre tuvo claro fue que quería irse de cooperante al extranjero: “Yo tenía vocación de ayuda a los demás”. Por esa razón, desde muy joven, empezó a buscar modos de marcharse.
Descubrió que lo único viable era asociarse como seglar en una congregación religiosa misionera. Y así lo hizo. Al principio, las labores de formación en la Congregación “Misioneros del Espíritu Santo” fueron bien y su objetivo de ser cooperante parecía estar encauzado. Pero, “no sé en que momento, si ellos o yo, me comen el coco o yo me dejo ir, pero el caso es que paso de estar como asociado a, de pronto, decidir que me voy a meter a fraile”, explica Manjavacas.

Durante los tres primeros años, se formó en Aranda del Duero. Después, cursó un año en Madrid. Llegó a hacer el noviciado. Pero con el traslado a la capital, algunas de sus ideas cambiaron de rumbo. Manjavacas empezó a compaginar el seminario con la carrera de Enfermería en la Universidad Complutense de Madrid y con algún trabajillo para financiarse los estudios. Acabó la carrera, pero se salió del seminario.
Eran los años 80, y él, un muchacho de veinti pocos años al que la vida madrileña le ofrecía unos placeres muy alejados del clero. Tras acabar los estudios, llegó la mili y algunos meses de trabajo en clínicas privadas.
Tanzania estaba ya a la vuelta de la esquina. Allí le pondrían el sobrenombre de “Olabaru Nguisu” (vaca león, el hombre que se come las vacas). Tendría que esperar a 1983.
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lunes, 26 de julio de 2010

Julio, ¿ya acaba?

Es 25 de julio, día de Santiago, y la redacción está prácticamente vacía, como suele ocurrir los domingos. Haber pasado la mañana en la piscina y llegar aquí a las cuatro ha potenciado mi pereza rutinaria. Tenemos turnos (mortales) de diez días (interminables) de trabajo y cuatro (efimerísimos) de libranzas. Hoy es mi séptimo día de trabajo continuo y, a punto de terminar julio, descubro que el mes se ha pasado volando.

A continuación de este post colocaré mis últimos artículos: una comida "con" Quiroga, algún concierto, una entrevista al guapo de Jon Kortajarena, un rally solidario... Pero estos son tan sólo una mínima parte de lo que hacemos en ABC. Organizar (organización, una de las grandes ausencias de este medio...) y editar (también los grandes medios refríen -a la parrilla- teletipos de agencia) son dos de nuestras grandes tareas.

El 18 de julio comenzaron las "Páginas de verano", por lo que Cultura se ha engrosado y, digamos, frivolizado. Así que, bajo firma de ABC, me dedico a escribir sobre el veraneo de Lolita, la boda de Orlando Bloom, el pene de Enrique Iglesias o las caderas de Shakira. Vamos, que, a este paso, me convierto en la heredera de Beatriz Cortazar (a sueldo de becaria).

Sin olvidar el gran trabajo del verano: Mi compañera y yo, tomando de base un libro de próxima publicación, nos dedicamos a dar "consejos femeninos (y machistas)". Como ejemplo, uno de los últimos textos.
 
Los consejos de las perezosas

Cada estilo tiene su momento. Parece que sí, pero no: No todo está permitido. Y menos en la moda. Por eso, a la hora de vestir, es imprescindible que conozcas unos límites. Si no quieres hacer el ridículo, parecer una «fantoche», llamar la atención de los violadores ni que te consideren una persona vulgar, toma buena nota de estos consejos y aprende a decir no:
— No a «demasido corta»:
A no ser que tengas las piernas perfectas de las actrices de revista, descarta las faldas demasiado cortas. Especialmente en una primera cita, para ir a conocer a tus suegros o para acudir cada día a tu trabajo. ¿No querrás ser la «fresca» de la oficina?
—No a «demasiado altos»:
Los tacones altos se llevan y, está comprobado, estilizan. Pero tampoco hace falta que te rompas la crisma. Lo mejor, reserva los más altos para las ocasiones especiales, pero al súper ve con una altura más manejable.
— No a «demasiado cool»:
Todas las prendas deformadas, agujereadas, lavadas y sin forma... están reservadas a los jóvenes en plena crisis de adolescencia. Si sigues llevándolas pasados los treinta, consulta a un psicólogo.
— No al «look total»:
Los estilos «yo-sólo-me-pongo-ropa-de-deporte» o «yo-sólo-llevo-ropa-de-marca» sólo reflejan tu lado más obsesivo. Aprovecha tus encantos y combina estilos.
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Periodismo de precisión y calidad, ¿verdad? Para esto tanto máster...

Otra de mis tareas veraniegas ha sido la guía del ocio. Y, la verdad, el "Madrid 360" ha sido mi salvación. El ambiente es mucho más agradable, así que estresarnos los miércoles, día de cierre, porque el tiempo se nos echa encima ha sido un divertido trabajo en equipo. Pena que el chiringuito se cierre hasta septiembre...

Por último, julio ha supuesto la salida de tres compañeros (a Córdoba, a Vitoria y a -matándonos a todos de envidia- Nueva York), y la llegada de los becarios de verano. De éstos, con el que más cerca me pilla a mí te ríes bastante, así que, al menos, podemos criticar juntos este sagrado diario nuestro. Ya se sabe, "mal de muchos, consuelo de tontos".

(Y en éstas estábamos cuando el mes de julio, como el día de hoy, está a punto de acabar. En agosto más, lo de mejor... no sé yo)

Noticias de ABC:

Redescubriendo a Quiroga

Rioplatense: Natural de Uruguay, amante de Argentina. Precursor, pionero. Contradictorio. Necesitaba el esfuerzo físico para dibujar palabras. Sensibilidad poética.

Otra manera de vivir el Mundial 

Hasta los no fútboleros son fútboleros estos días. Por eso, la marca Nike apuesta por hacer cultura del deporte y aprovechar el tirón del Mundial para acercar música y arte a los más y a los menos amantes del balón.
«Nike Stadium» es un espacio de arte y cultura urbana que se ha llevado a cabo, desde el pasado día 2, en los cines Luna de Madrid y que hoy cerrará sus puertas, tras haber acogido a cerca de 5.000 personas.

 «Verte envejecer tiene que ser duro» 

No era Manhattan. Tampoco «Sexo en Nueva York», aunque la decoradora de la serie anduviera por allí y Carrie Bradshaw hubiese estado en su salsa. Era la presentación en Madrid del cóctel J&B Manhattan, y allí estaba él. Según los ranking, el cuarto modelo más guapo del mundo: Jon Kortajarena. Vaqueros ajustados, labios impresionantes y mirada seductora.

Ocio para familias noctámbulas 

Las noches de verano, además de para soñar, dan para hacer una gran cantidad de actividades. Desde observar la luna o dejarse envolver por la música y el cine hasta enamorarse de unos delfines.

Mongorally, una aventura solidaria 

¿Un viaje alternativo? ¿Unas vacaciones diferentes? ¿Un proyecto solidario? El Mongorally es mucho más que eso. O, al menos, de eso están convencidos los cincuenta grupos españoles (y más de 300 extranjeros) que están participando. 

Y de regalo, un vídeo: El de nuestra graduación:

martes, 13 de julio de 2010

Masterizados y estresados

Lo más importante de junio es que nos masterizamos....
Pero tiempo no tenemos ni para contarlo.
Otro día... quizás.

jueves, 1 de julio de 2010

Las últimas notas (Segunda quincena de junio)

Cuando los árabes escribían en español

Una exposición en la Biblioteca Nacional muestra los últimos documentos que dejaron los moriscos cuando fueron expulsados de España
«Nosotros no partiremos, antes moriremos, que por ese paso vamos», dejaron escrito en un poema. Textos de carácter clandestino y comunitario: recetas para curar el dolor de cabeza, conjuros para enamorar, la única traducción al español conservada íntegra del Corán, leyes musulmanas de la vida cotidiana, fábulas de princesas con manos cortadas, extractos del Discurso de la Luz del poeta Mohamed Rabadán...

El Camino de Santiago, un paseo por las nubes

González-Sinde ha presentado esta mañana, en el Museo Reina Sofía, el programa de actividades culturales para el Xacobeo 2010 
 Estampas compostelanas. Peregrinos somnolientos, ampollas, botas, «cuncas de viño» compartidas, lluvias (aunque no quieran, el verde cuesta), pesadas mochilas, credenciales y conchas. Todo a vista de pájaro. Pocas emociones calan más hondo que la del peregrino que, tras varios días de camino, llega a la «Praza do Obradoiro» y contempla ante él la imponente fachada de la catedral de Santiago: el Pórtico de la Gloria.

Gardel regresa a Madrid en el 75 aniversario de su muerte

Un espectáculo recrea la vida del artista, seguida de un guiño gastronómico argentino y gardeliano 
Hace 75 años, en la ciudad colombiana de Medellín, a causa de un accidente aéreo, murió un mito. Bueno, murió el hombre; el mito no sólo no terminó, sino que se extendió a partir de ese momento. Era el Dios de Argentina y aunque su garganta no contenía la arena de Goyeneche (años después), era la voz por excelencia, el cantor de tangos, el “zorzal criollo”, el “mago”.

Videojuegos para todos en Madrid

Ayer, la ministra de Cultura presentó Gamelab, la mayor feria de videojuegos de Europa, que se celebrará en Gijón entre el 30 de junio y el 2 de julio
Mandos inalámbricos, interfaces de control mental, mecanismos que reconozcan tus movimientos… Experiencias completas de interacción social. Es la revolución del videojuego. Ni sólo para niños ni sólo para freakis.

Hoy los actores van a necesitar «mucha mierda»

La Unión de Actores y AISGE han convocado esta tarde una asamblea para pedir una regulación nacional del teatro
Cuando al teatro se iba en caballo, la expresión «mucha mierda» se empleaba para indicar que había acudido mucho público (a mayor afluencia, mayor número de excrementos en la entrada del recinto). Desde entonces, la expresión se utiliza tras las bambalinas para desear mucha suerte. Hoy, el gremio la va a necesitar. AISGE y la Unión de Actores han convocado para esta tarde, a las siete, en el teatro María Guerrero, una concentración.

martes, 29 de junio de 2010

Metro Madrid NO informa

"Madrid, nueve meses de invierno, y tres de infierno". Esa nueva cita me dijeron ayer. Y hoy, más que nunca, se hace presente. Después de otra (¡¡esto parece A Coruña!!) noche de lluvia, Madrid hoy se ha despertado sin metro. SIN METRO. El desastre, la ruina, el infierno.

Mi compañero de piso llega, como casi siempre, con prisas al metro. "No hay servicio", le dice uno de los del cordón de seguridad. ¿Cómo? NO HAY SERVICIO. Me llama desesperado y opta por llamar a su trabajo: "Llegaré tarde, muy tarde; quizás, ni llegaré."

Ayer, para prevenir, a las 23.50 de la noche pregunté en el metro: "Pero mañana, ¿habrá servicio?". "Sí, sí, al 50%, como hoy", respondieron. Confía, confía...










Y ahora, a las 9.27 de la mañana, atrapada en Leganés. Hay trenes, ¿cómo llegar hasta ellos? Andando.... Hay autobuses, ¿o no? Sí, eso cuenta Virginia en ABC, de interminables colas. Madrid es un caos. ¿Cómo llegar hasta, literalmente, la otra punta de Madrid? ¿En cuántas horas?
Una huelga para reivindicar sus derechos pero los mandamás, los jefes, ni se enteran. Ellos no van en metro. En metro vamos nosotros. Como mucho, se ven afectados porque las carreteras están colapsadas. 12.45. La redacción está más desierta de lo habitual. Becarios, tres. Los demás no han llegado, estarán el la cola de algún autobús. Menos mal, hoy más que nunca que comparto ciudad con un hermano motorizado, siempre dispuesto a rescatarme. 
Madrid, ya lo decía, es siempre un infierno, y hoy, aún más.

miércoles, 16 de junio de 2010

El otoño en junio

Inmersos en un junio otoñal.... 

Hora y media con Josema Yuste y Flo da para una página (en Gente), vídeo incluido. Aunque viendo cómo es la peli, y la súper campaña de promoción que están haciéndoles en este medio, una se pregunta si estos chicos no tendrán acciones en ABC... 

De humanos paso a ángeles y le hago una entrevista a Danielle Trussoni

Y mientras mis temas se van acumulando en esa ficticia nevera que tanto coraje me ha dado siempre, me dedico a recuperar viejos lugares y les mando un texto belga. Viajar, viajar.... 

Paseo onírico por los canales de Brujas y Gante 

Cuenta la leyenda que si Brujas, en Bélgica, está llena de cisnes blancos es debido a que, en 1488, los habitantes de la ciudad se sublevaron y asesinaron a Pieter Lanchals, un consejero del monarca Maximiliano de Austria. Como castigo, y puesto que en el escudo de armas de su consejero estaba representado un cisne, el rey condenó a sus súbditos a mantener eternamente cisnes en los canales de la ciudad.


undefinedHoy día, el cisne es uno de los símbolos Brujas, y además de poblar loscanales, son el elemento más representado en las banderas, los escudos, y hasta las figuras de chocolate que decoran los escaparates de la ciudad.Porque si Brujas son cisnes; el chocolate no sólo es representativo de Brujas, sino el emblema, y la exquisitez, de toda Bélgica. El único placer, el del chocolate, con el que las eternas disputas belgas parecen calmarse. Los enfrentamientos originariamente lingüísticos (un 60% del país, especialmente en la región de Flandes, habla neerlandés; cerca de un 40%, especialmente al sur, en la región de Valonia y en la capital, Bruselas, habla francés; y aproximadamente un 1%, al este del país, habla alemán) se disipan ante una buena onza de chocolate negro.

Lo que, sin embargo, no hay en Brujas, son personajes en escoba que le pudiesen haber dado el nombre al recogido y mágico rincón. De donde parece provenir la designación de Brujas es de una mala traducción de “Brugge”, término que designa a los puentes que –en consecuencia a sus numerosos canales–, inundan la ciudad.

Pero no sólo hay cisnes. Hermosos caballos pasean sus carruajes por la enorme y bella “Grote Markt” o Plaza Mayor, donde se encuentra el “Atalaya”, monumento en representación de la libertad y de la autonomía de Brujas. Iglesias, mausoleos, basílicas, palacios… son algunos de los rincones que pueden descubrirse en un lugar pequeño pero idílico como éste, que, declarado Patrimonio de la Humanidad desde el 2.000, fue la principal ciudad comercial del Condado de Flandes hace 800 años.
Aunque si Brujas tiene la fama, la ciudad de Gante, a unos 50 kilómetros de allí, no tiene nada que envidiarle… Una Venecia, dicen algunos… si hubiera algo comparable a Venecia.

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viernes, 11 de junio de 2010

11 de junio

Y al fin llegó el día. Y sobre el papel, la profesión suena muy atractiva y el curso un mar de rosas... que hasta emociona... ¡¡El poder que tienen las palabras (y las ventanas dibujadas)!!

UN BANQUILLO EN PERMANENTE RENOVACIÓN
Por Miguel Ángel Barroso

OCHO DE LA TARDE de un día cualquiera de finales de la década de 1980. Una hueste de becarios se dirige apresuradamente al taller para arreglar el «barrillo», las páginas a las que les sobran líneas de texto o les falta un gráfico o una fotografía. Un maremágnum se apodera de la sala bajo el sonido de los teléfonos y las voces de los redactores y montadores. Arias, uno de los jefes del cotarro, distribuye el juego desde detrás de una mesa alargada; parece despistado, ensimismado en su mundo, pero lo tiene todo controlado, como el camarero de la vieja escuela que coge la matrícula al cliente que acaba de ingresar en el bar. Aunque aquí, en lugar de raciones de bravas o bocadillos de calamares se reparten las maquetas que han viajado por un misterioso tubo desde la Redacción y las filmaciones que, convenientemente cortadas con un cúter y untadas de cera caliente, compondrán la página.
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LOS BECARIOS DE ENTONCES YA NO SOMOS LOS MISMOS

Por Manuel de la Fuente

NOVIEMBRE DEL 89. El becario, apenas quince días en esta Casa, acababa de llegar de su primera entrevista. Tímido y prudente, preguntó: «¿Cómo la hago?». Ramiro Villapadierna, corresponsal hoy de ABC en Berlín, después de vivir en carne muy propia, entre otros, el drama de los Balcanes, segundo responsable de la sección de Espectáculos, respondió alto y claro: «Como te dé la gana… pero bien. Mira Manuel, puede que haya algún periódico mejor que éste, la mayoría son peores, pero lo que sí te puedo asegurar es que, como éste, no hay ninguno».
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jueves, 10 de junio de 2010

El nuevo ABC

El nuevo ABC trae a todos de cabeza. Mañana, ABC apostará por el futuro. O eso, al menos, es lo que dice su publicidad. De momento, eso se traduce en que aquí están todos alterados.Un nuevo diseño, en papel y en la web, un nuevo formato y unas iniciativas adaptadas a los tiempos modernos (cual peli de Chaplin) que están acarreando a algunos más de un dolor de testa. Aunque ya sólo quedan unas horas... Lo peor ha pasado: los "números 0", las pruebas del ejemplar de mañana que hemos tenido que hacer en los últimos días.

Una de las apuestas del nuevo diseño es todo lo multimedia, acompañar las noticias de vídeos. Yo en eso ya me he estrenado y el último fin de semana, pre-diseño, publiqué una entrevista a cinco, en formato vídeo... Ángeles Caso, Federico Moccia, Fernando Argenta, Julia Navarro y Juan Manuel de Prada. 

Para celebrar el nuevo diseño, mañana ABC traerá de regalo un suplemento especial donde, entre otras muchas cosas, viene un reportaje sobre este máster nuestro con nuestra masterópoda foto, y nuestros masterópodos comentarios.

En fin, que mañana empieza la nueva era de ABC, ¿conseguirán relajarse y disimular sus caras de amargados?


¿A que parecemos un grupo de rock?

miércoles, 9 de junio de 2010

El rumor de La Pedriza



"En la naturaleza, el periodista es hombre muerto; en la ciudad, el periodista siempre conservará la facultad de escribir sobre nada, sobre casi nada o, tal vez, sobre casi todo."

Esto es lo primero que leo después de cuatro días de libranza.
Regreso a la redacción tras cuatro días bucólicos. Ayer hacía sol en La Pedriza, aunque el agua estaba demasiado helada para bañarse. Hoy no para de llover en Madrid capital como si hubiese regresado el invierno. Me alejo de la montaña de piedras de ayer y hoy vuelvo a cruzar la ciudad en metro y a ascender con prisas la Avenida América para llegar a mi hora al periódico.
La calma y la desconexión alcanzadas en cuatro días de descanso se evaporan al entrar por esta bella, nueva y gris redacción en forma de estrella y llena de gente enrabietada. Una redacción en la que la crisis hizo tales estragos que apenas nadie se dirige la palabra. Despidos que dejaron a la gente seria, automatizada en su trabajo, con cascos en las orejas y vendas en los ojos.
Un mal ambiente que se potencia por el estrés de un nuevo diseño, previsto para el viernes, que tiene a toda la redacción encolerizada. Todos protestan  pero todos se agarran a su puesto de trabajo frente al temor de ser el siguiente despedido.
En medio de ese ambiente, de punta a punta, los quince masterópodos nos lanzamos miradas cómplices, nos buscamos intentando darnos apoyo, rehuyendo de parecernos a los trabajadores con los que compartimos mesa.
Hoy, que vuelvo de la montaña, de subir y bajar piedras y de atravesar ríos, llego a la redacción lamentándome de lo poco que a veces duran cuatro días. Como todos, me sumerjo en la pantalla del ordenador y me topo, precisamente, con una entrada de blog a favor de esta Madrid encolerizada y en contra del bucolismo campestre.
Y para ello, en la entrada se cita a un Julio Camba que, negando lo campestre, aupa el trabajo en una redacción en la que “los compañero hacen chisten y piden pitillos”. Precisamente él -su paso por este periódico nos deja una de las pocas razones por las estar orgullosos de firmar bajo esta cabecera- que renegaría de sus propias palabras si supiese que está prohibido fumar y que a nadie se le ocurriría en esta redacción de atolondrados enfadados contar un chiste. Justo él, que nació en una tierra bucólica y marítima, y que se encerró en una habitación después de saltar por las charcas de medio mundo en las que descubrir que viajar es el peor de todos los placeres. Probablemente, Camba sólo adoró Madrid cuando se alejó de ella. O alomejor no, pero cada uno es libre de escribir cómo quiere su cuento.

Quizás porque aún retumba en mis oídos el rumor de La Pedriza o porque la naturaleza me refuerza como persona lejos de convertirme en una mujer muerta. Quizás porque sé que mirando al mar también uno es capaz de escribir buenas crónicas. Quizás porque estoy harta de este Madrid egocéntrico que nos vendieron como el único lugar donde los sueños de los jóvenes periodistas, al asalto de la Puerta del Sol, podían hacerse realidad.
Quizás es sólo que a mí Madrid sigue sin saberme a cielo, porque me siento engañada por luces de neón que un día me parecieron estrellas, porque deseé mucho Madrid antes de habitarla y odié mucho Madrid después de habitarla. Quizás es porque en Madrid ya fui ardientemente feliz, pero el fuego se apagó como se apagan los calores con estas lluvias preveraniegas. Quizás es que preferiría pasar el verano en el campo o en el mar y me aterroriza pensar que lo vaya a pasar recorriendo distancias en metro.
Quizás es simplemente porque Madrid y yo somos más incompatibles que las quimeras bucólicas y el periodismo; las cuales, a mi parecer, sí pueden llevarse perfectamente bien, aunque, como todo, sea en su justa medida.

viernes, 4 de junio de 2010

Sí, Lolita, ¡atacá!

Una que, para empezar, se ataca en casi todas las entrevistas (aunque a veces más, a veces menos), y a la de Lolita (no me preguntes por qué) yo iba de los nervios. 
Llego a la habitación del hotel, me la presentan y nos sentamos las dos en una mesa. Le hago la primera pregunta. Respuesta corta y actitud (la de ella, claro; no la mía) segura, segurísima. Le hago la segunda. Igual. A mitad de la tercera, me corta, se me acerca un poco más, y me pregunta: "¿Tú estás nerviosa?"
Yo, me pongo colorá, y le respondo: "Nooooo". 
"Pues tranquilízate, que no pasa nada", responde ella ante mi poco creíble "nooo".
Ya después, apiadada de mí, estuvo cercana y muy simpática. Siguió, eso sí, con una seguridad un poco coartante, pero admirable. Y al final, hasta me regaló (¡me debió de ver tan verde!) y dedicó el disco: "Patricia que tengas una carrera tan bonita como la mía"


«Pido salud y que compren el disco»
A estas alturas, nadie la va a llamar Lola. Por eso, el título de su nuevo disco, «De Lolita a Lola», no es una forma de reivindicar su nombre, «sino el paso de niña a mujer» -explica ella-; de una jovencita de 17 años que cantaba «Amor, amor» pegada a las faldas de su madre, «La Faraona», a una mujer de 52, que festeja así sus 35 años subida al escenario.
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lunes, 31 de mayo de 2010

La Feria del Libro a tope

Casi me cargo a la reina de un mochilazo, y entonces ya no me hubieran censurado, me hubieran echado directamente. Pero bueno, al final no le pasó nada a ella y a mí me gustó como quedó la crónica de la inauguración de la Feria del Libro... Evento en el que, como era de suponer, he vivido este fin de semana.

Lluvia, sol, broncas y libros... Lo que sabía que no había quedado muy bien, -y además, más de uno y de una que saben me lo habían dicho- ha sido el relato sobre el libro Los milagros del vino y el viaje a Grecia... y mira que Grecia da para literaturizar... (De Homero a sánchez Adalid).

El sábado tuve report "compromiso", que para ser lo más amplio que he publicado en papel, me pareció un rollo tener que citar a tanto autor desconocido (por muy de la casa que sea)...

También hice cinco vídeo entrevistas, que ya montaré... lo que me permitió charlar con Julia Navarro, Ángeles Caso, Fernando Argenta, Jose Manuel de Prada y Federico Moccia. Nada mal para empezar. Y además conseguí -por fin- colocar mi reportaje sobre la literatura italiana. Que ese sí que me gusta... Claro que es que lo italiano me tira, me tira... Literatura italiana, ¿la gran olvidada?... Aquí
Pero, sin duda alguna, lo más interesante que he hecho han sido dos entrevistas. En la primera, a Dominique Lapierre, me enamoré de su serenidad y su compromiso y me entraron ganas de irme a la ciudad de la alegría, en plena Calcuta, a ayudar, y a escribir.

"De no ser escritor, hubiese sido criador de caballos. Le encantan. Pero se hizo escritor convencido de que así podría cambiar el mundo. Dominique Lapierre, autor de éxitos como «La ciudad de la alegría» o «Esta noche, la libertad», no ha perdido ese optimismo. Tiene la fuerza del caballo y la ternura de los niños que conoció en Calcuta.  (sigue leyendo)

La segunda fue a Chris Stewart (aún no publicada, inédita como los versos de Bécquer, jeje). También me enamoré de él... Ay!! Y lo que quise entonces es irme a recorrer mundo subida en un barco, al menos, hasta que logre volcarlo tres veces.

En fin, que éste es mi primer fin de semana de periodista en la Feria del Libro y, encima, me regalaron una maleta de periodista... de viajes... 

martes, 25 de mayo de 2010

Mayo en un suspiro

A una velocidad de vértigo transcurren los días. Mayo, con olor a romero y sabor a amargas despedidas, va llegando al final. El inicio de las prácticas fue, profesionalmente, de lujo, con baño en el mar Jónico incluido. Pero de Grecia ya hablaré cuando publique algo que, supongo, será a finales de esta semana.
A mi regreso, algún refritito con rastreo por internet; vamos, artículos de los que se hacen pegado a la pantalla del ordenador, cantantes a los que no entrevisté. Véase Luz Casal, véase Jimi Hendrix...

Pero hubo otros temas (y otros cantantes) con los que sí salí de la redacción. Publicar la crónica (léase aquí) del concierto de Ismael Serrano nos supuso (a Cristina que hizo las fotos y el vídeo, y a mí) superar nuevos récords (en nuestra larga lista de récords másterópodos, tipo ser las primera en comprobar que el Hermes -el sistema informático- duerme al rozar la madrugada). Y estos fueron: ser las primeras en meter en la misma noticia fotogalería y vídeo, y ser las primeras en permanecer en la redacción hasta las dos y media de la madrugada por meter en la web la dichosa nota. Vamos, que en lentas no nos supera nadie... (Pero tampoco en insistentes).
Pero, además, el concierto de Ismael Serrano se convirtió en mi primera censura oficial. Y es que ya sabía yo que un concierto dedicado a "los bandos vencidos, la justicia y el derecho internacional" en el que se mostró un evidente apoyo al juez Garzón, no iba a ser muy bien visto en ABC.     

No todo ha sido música en la sección de cultura. Y llegó -más pronto que tarde- lo inevitable: hablar de toros. Y yo que en el debate sobre los toros que hicimos en el máster manifesté mi negativa a participar en un debate que me resultaba (por su bestialidad) idebatible, tuve que comerme mi objeción de conciencia e irme a cubrir una tertulia de toros en la que MªTeresa Campos acabó apostando por convertir Las Ventas en un gran centro comercial. Pero que conste que a más debate, más negación: Antitaurina hasta la muerte. 

Y los días, y las horas, avanzaban. Y cuando después de un día agotador, una se monta en el autobús camino (o eso cree) de casa, las noticias aparecen. Así que Virginia y yo cuando ya creíamos acabada la jornada, nos vimos envueltas en un atropello, y sacando a las periodistas que llevamos dentro, (véase) hicimos uso del móvil que nos regaló Nieves y mandamos la información a local en tiempo real. 

Y casi a junio hemos llegado. Pero como decía, mayo tiene olor a romero, al de El Rocío, y como "choquera" que una medio es, tocó hacer crónica rociera:

"El camino es polvo y risas, rebujito y la medalla de la virgen colgada al cuello. Una guitarra, una caja y una pandereta. Una sevillana palmeada entre muchos peregrinos (sigue leyendo)".

De vuelta, en martes, a la redacción, y a Madrid, las horas pasan lentas y los días deprisa. La Feria del Libro apunta maneras y los debates de localización futura se recrean... Para la próxima, ya me explicaré mejor...

jueves, 6 de mayo de 2010

Jueves

Escribir con prisas. Escribir y mantenerte firme cuando tu mundo se desmorona. La emoción, la felicidad de hacer el trabajo que quieres, pegándose con los golpes de la vida. No quiero. No puede ser. No es justo. Y la vida sigue, y no vale la pena. 

La jornada laboral ha sido, un día más, estupenda. Rueda de prensa improvisada, declaraciones de la directora de la Biblioteca Nacional, y paseíllo de Luis García Montero y Almudena Grandes. Y escribir un despiece acelerado en el que mil datos no me entran y sólo queda cortar.

Pero la felicidad se descompone, es efímera, es cruel, y yo sólo quiero y pienso en coger dentro de un rato un autobús y regresar a casa. Bajar y cerrar los ojos para que todo sea una pesadilla de la que se pueda despertar. No quiero vivir en la realidad.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Premio Montblanc

Aunque tengo la cabeza en otra parte, mi tercer día de prácticas ha ido muy bien. He publicado mi segunda noticia, y me han dicho que, la semana que viene, me voy a cubrir la presentación de un libro tres días a Grecia. Profesionalmente, no hay mejor modo de empezar.

Os dejo el inicio de la nota sobre la entrega del Premio Montblanc Mujer 2010 a Elena Ochoa:

Elena Ochoa, mecenas del arte y mujer Montblanc 2010

La psicóloga ha dedicado el premio a su hija –fruto de su matrimonio con Norman Foster– y a las nuevas generaciones de «mujeres independientes, curiosas y con talento»

Es una referencia en el mundo del arte contemporáneo. En los años 90, todos la conocían como la «doctora del sexo». Fue la primera en hablar de la vida sexual de los españoles sin tapujos. Seis años después, su boda con el arquitecto británico Norman Foster le hizo traspasar las fronteras de la popularidad. Psicóloga de profesión, se especializó en la esquizofrenia y en el alzheimer. Ejerció como profesora en España y en Reino Unido. En 1996, decidió decantarse por el mundo del arte. Constituyó «Ivorypress» para editar obras sobre escultores, artistas plásticos y fotógrafos dirigidos a coleccionistas y museos. En 2008, amplió su propuesta con la creación de «Ivorypress Art and Books», una editorial de libros de arte de alto nivel, que se ha convertido en un espacio de referencia en Madrid, debido a su apuesta vanguardista.
Elena Ochoa es una mujer de apariencia segura que dice tener siempre muy presente un consejo que le dio su madre: «Ponte derecha cuanto más se tuerza tu vida». Su madre y su abuela fueron sus primeras figuras de referencia. 

martes, 4 de mayo de 2010

Pasamos a la redacción


Siete meses de clases, en un búnker, que nos parecían que no iban a acabar nunca. Pero ya estamos al fin inmersos en la redacción, algunos, cierto es, más contentos que otros. Yo, la verdad, muy feliz en Cultura, que fue la sección que pedí desde el principio. 
Antes de entrar en la redacción, nos ha dado tiempo de pasearnos por Bruselas, de recorrer el Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeo, de ver Brujas y Gante y de tomar cervezas con sabores a fruta. Lo hemos pasado bien, ¿verdad?

 

Ha habido charlas donde dormir (¡¡Hay que aprender inglés!!) y cenas donde charlar... a ritmo del mejillón. Pero mientras no damos más información, podemos contentarnos con el vídeo: Bruselas a cargo de Casals.



Después de este máster agotador, recordar que siempre nos quedarán las noches, como en las que cumplimos -eh Cris, eh Fer- los récords de permanencia en la redacción superados noche tras noche sólo por nosotras mismas. O también hay -¿no, Nacho?- noches para aprender yoga.

Espero que no nos demolan el zulo y así podamos seguir reuniéndonos allí... Y bueno, además, más vale que entre nosotros hablemos porque en la redacción son, me parece a mí, digamos que poco expresivos... 
Bueno, espero también que sigáis todos con vuestros blogs. Aunque yo esté, lo dejaré exclusivamente para enlazar los textos que vaya publicando en ABC, y hacer, si eso, alguna glosa o comentario al margen... 
Para lo demás, quien quiera encontrarme, lo hará en mi blog personal: Vagabundear.

Bueno, y aquí el enlace a mi primer artículo en Cultura: La forma hecha poesía.

martes, 27 de abril de 2010

Dime tu cita y te diré cómo eres


La frase de Magis Iglesia nos dejó huella:
"Ante la duda, haz periodismo".

Pero no ha sido la única. A lo largo de todo el máster hemos conversado con periodistas, escritores, profesores y especialistas en "algo", que nos han dejado frases para todos los gustos. 

Recordemos algunas...
Muchos nos han hablado de cómo deben escribir los periodistas, con recomendaciones como: 

"Olvida el libro de estilo" (no sé yo si todas estarían conforme)
"Cuando acabes un texto, es cuando tienes que empezar a escribirlo"
"Nunca empieces en estilo directo"
"Organízate: Piensa en el papel"
"Las frases largas traen problemas"
O el tan nombrado: "Ante la duda, corta".


Otros nos han hablado del oficio, dejándonos sus máximas: 

"Haz cinco preguntas al día"
"La clave está en la re-pregunta"
"Tu único patrimonio es tu agenda"
"La fuente da la información, no hace la información"
"Nunca traiciones un off de record"
"No niegues, raramente afirmes, siempre distingue"
"Los periodistas tienen que escuchar todas las campanas, y si es posibles, al campanero"
"Retórica y argumentación, las armas del discurso"
"La improvisación es sinónimo de fracaso"
"Olvídate de los lugares comunes"
"10%inspiración, 90% transpiración"
"Escribir es un desafío y una necesidad"

Siempre están los que quisieron ir más allá:

"Cuando dejes cinco veces plantado a tu novio con las entradas de cine en la mano, entonces serás un verdadero periodista"

"El periodismo es la profesión más bonita del mundo, pero no la más importante".
"No perdáis de vista el horizonte (No erréis el tiro)"

Algunos, amantes del riesgo, deberían tener más presente lo que nos recordó el corresponsal Ramón Lobo: "Los periodistas muertos no cuentan noticias"; o la aparente obviedad de Mikel Ayestarán: "Antes que periodistas, somos personas".


Y a los que dicen que en un reportaje tampoco es demasiado importante ser riguroso con los datos, avisarles de alguna recomendación: 

"Hay que hacer autocrítica todos los días"

"No concibo periodistas sin lecturas"
"Si tu madre te dice que te quiere, contrástalo"

Sin olvidar, la que más nos ha marcado: "¡A ver ese filete!"