Cuando todo parecía irremediablemente condenado al fracaso, y la fuerza, pensaba, tan sólo emanaba de un necesitado alejamiento; de repente, un beso.
Unas frases intercambiadas, un final de verano, una vuelta a la calma.
Si los últimos dos meses me parecieron una carrera de obstáculos infinitos e insalvables, septiembre ha llegado con la dosis de consejos que necesitaba, con el modo preciso de recuperar las ganas, la pasión.
Entre entrevistas y eventos, meterme de lleno en un reportaje cuyo tema me apasiona y dejarme emanar, lograr absorber, ilusionarme, confiar, despertar... Vaciarme de todo y llenarme de todo.
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