martes, 3 de noviembre de 2009

Sándor Márai


"El periodismo me atraía, pero creo que no habría sido útil en ninguna redacción. Imaginaba que el periodismo consistía en andar por el mundo y observar ciertas cosas, todas irrelevantes, caóticas y sin sentido alguno, como las noticias, como la vida misma... Y ese trabajo me atraía y me interesaba. Tenía la sensación de que el mundo entero estaba siempre lleno de «acontecimientos de actualidad» y de «hechos sensacionales». Entrar en una habitación donde nunca había estado resultaba para mí tan emocionante, por lo menos, como ir a ver el levantamiento de un cadáver, buscar a sus parientes y hablar con el asesino. El periodismo significaba para mí —desde el principio, desde el momento en que despertó mi interés— estar a la par del tiempo en que vivía, un tiempo que siempre me parecía una experiencia personal, algo que me resultaba imposible eludir, algo importante, interesante; cualquier cosa se me antojaba «digna de ser publicada»... Estaba tan emocionado como si yo solo hubiese tenido que informar de todo lo que ocurría en el mundo: las declaraciones de los ministros, los escondrijos de los criminales y también lo que pensaba mi vecino al sentarse a solas en su habitación alquilada... Todo aquello tenía un interés «apremiante»: a veces me despertaba por la noche y bajaba a la calle, como un reportero extasiado que teme «perderse» algo. Sí, el periodismo era para mí una obligación, una tarea profundamente arraigada en el centro más recóndito de mi ser que no podía ignorar, que me obligaba a conocer mi «materia prima», los hechos, esa sustancia secreta que establece lazos entre las personas y une a la gente, las conexiones entre los fenómenos."

Confesiones de un burgues, Sándor Márai

2 comentarios:

hatoros dijo...

ESCRIBE BIEN ESTE HOMBRE GRACIAS POR DARLO

estrella de mar dijo...

jajaja
vale, veo que no soy la única, salvo que a mí me obligaron a colgar mis artículos en un blog y ahora me da pena tirarlo a la basura.

lo de versos diversos está chulo, no creas.... jeje

ya me contarás qué tal el máster... que yo en verano tengo que decidir cuál hago yo.


un beso!