lunes, 18 de enero de 2010

Defender las ideas y el trabajo

Llega estos días a los correos electrónicos un mensaje que dice ponerse en boca del español medio. Es un correo, digamos, a favor de la piratería. El e-mail te llega anunciándose como manifiesto y pide que, si estás conforme, lo firmes y “sigas la cadena”. 

Tras criticar explícitamente a algunos cantantes, el “firmante” protesta de su larga jornada laboral y de su mísero sueldo y se ampara en ello para aprobar la venta en los top manta. Primero empieza  a despotricar sobre la industria y la vida. Después, como queriéndole dar peso a la misiva, el anunciado manifiesto enumera todos los insultos y palabras malsonantes que se conocen en España, para acabar solicitando –por si cuela– que alguien se lo reenvíe a Ramoncín

Aparte del grado en que el usuario esté conforme con las leyes de propiedad intelectual, se ha de reconocer que defender la opinión de ese modo grotesco es la peor forma de hacerlo. Comúnmente se le atribuye a Voltaire la mítica frase “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”. Probablemente, añadiría: aunque hay modos y modos de de decirlo… 

Estos días, el revuelo está formado con la Ley Sinde. Mientras numerosos internautas se manifiestan reclamando una plataforma de red sostenible y anuncian una campaña de movilización masiva, los profesionales del cine recuerdan que, sin olvidar que el dinero sale de los ciudadanos, el cine –la música, la propiedad intelectual– es su sustento.  Y agregan que en el espectáculo no todo es un camino de rosas.
La defensa de la propiedad intelectual está protagonizando numerosos debates estos días. Pero no es lo mismo defender la Ley (el trabajo, la piratería, la propiedad intelectual, el sueldo, los top manta…) con cadenas de insultos que con cadenas de argumentos. Aunque sea por el placer de escuchar.
Gritos, anuncios de manifestaciones, desconfianza, derechos de autor, insultos, artículos de periódicos, llamamientos a la insurrección y cadenas de e-mails. Avisos en Twitter, en Facebook y en Tuenti. Y el derecho a defender las ideas y el trabajo sólo puesto en juicio por la forma de hacerlo. Hay modos y hay modos.

2 comentarios:

hatoros dijo...

AMIGA LO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL ES UNA GILIPOLLEZ
LO QUE UNO PIENSA PUEDE DECIRLO CUALQUIERA. LO QUE OCURRE ES QUE ESE CUALQUIERA TENGA O NO SUERTE PADRINOS ETCETC
NO SÉ, LO TOCO CON LOS DEDILLOS, PERO NO ME SALE DECIRLO

Patricia Gardeu dijo...

Bueno, pero también hay un trabajo detrás...