martes, 9 de marzo de 2010

Camino de Huesca

Y mañana nos vamos a Huesca.
Pasan las semanas, demasiado veloces. Reformamos las páginas, miramos al futuro. A un mayo a cuenta gotas. A sucesos desperdigados.
Entrevistas con alevosía, precisión y cariño.
Preguntas (y repreguntas) sin la impertinencia y la altivez de otros. O te cortas las venas. Ay!!
E-mails nocturnos y una maleta abierta. Temo el frío.
¿Qué?¿Quién?¿Cómo?¿Cuándo?¿Dónde?.... y no por qué...
Ohhhh...
Espiritualidad al peso. Desaliño y ánimos de saldo. Muak, muak. Sonríe.
La complicidad icónica en sillas que al juntarse hacen una cama. La espera dulce y compartida de la madrugada. Cosas buenas, como la amistad, como el periodismo. Y los pucheros con el final del libro rojo. 
Me encantó ser testigo, aunque me la cuelen. 
Sin gritos, mejor, sin gritos.
Mañana más... y desde Huesca... Nos vamos de congreso: Mira el programa.

3 comentarios:

Fernanda Muslera dijo...

Pasa tan rápido. Y tengo ganas de que llegue mayo pero también se que este momento es único e irrepetible, como pocos: como la otra noche, en la que nuestros artículos se convirtieron en pijama party: Cris aguantando las velas, yo aportando lo mío desde mi colchón de sillas.
Me alegra mucho compartir estos vientos de cambio con ustedes. Las quiero!

Patricia Gardeu dijo...

Yo tengo clarísimo que son estos vientos nocturnos compartidos a seis manos lo mejor del máster, por lo que merece la pena. Ánimo!!!, que es la recta final, y aún así, esto no ha hecho más que empezar... Besos a las dos!!

CrisDurle dijo...

El reloj se para cuando la compañía es grata. No importa la hora sólo las risas, la complicidad.Resulta irrevelante que nos ata a este sitio sea un arduo trabajo.
Estamos en la recta final, ha sido y sigue siendo duro, agotador y agobiante, pero aún con todo y con eso reconozco que el mero hecho de poder vivir noches como esas hace que este sin vivir cobre sentido. Gracias niñas!