"Cuando el dos de noviembre de 1836, Mariano José de Larra escribió el artículo "El día de los difuntos del 36", el periodista ya estaba muerto, aunque aún no se hubiese pegado el tiro.
Que su amante Dolores Armijo le dijese el día anterior que "nunca más", que hasta allí habían llegado y que se iba a las Islas Filipinas, no fue el motivo. Eso sería una versión simplista. Más bien, debió de ser la gota que colmó el vaso, la última prueba que no estuvo dispuesto a pasar.
Larra se suicidó un día como hoy, un 13 de febrero de 1837, en esta ciudad. Mientras, en el teatro de la Cruz, cercano a su casa, estaban tocando la ópera "Norma".
Había tenido una educación francesa en un Madrid aún de ovejas y panderetas, y no le vio sentido a escribir para ciegos y hablar para sordos. "Mi vida está condenada a decir lo que otros no quieren leer", escribió.
Mañana, domingo 14, concluye la exposición "Larra, Fígaro de vuelta, 1809-2009", que ha realizado la Biblioteca Nacional y en la que se han mostrado 150 piezas entre libros, artículos, muebles, grabados, cuadros y otros objetos.
2 comentarios:
Me gustan tus entradas...realmente muy interesantes
Muchas gracias Ana.
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